viernes, 16 de septiembre de 2011
Tiempo
Denso, lento y amargo por momentos. Ligero, rápido y hermoso por otros. Siempre me pregunte y me vuelvo a preguntar, ¿Porque aveces 5 minutos son eternos y otras veces 2 o 3 horas fueron como un cerrar y abrir de ojos? El TIEMPO me enseño las respuestas. Nuestra vida, la que pasa veloz, la bella parte, la que se disfruta, la relajada y gozadora. La que contiene los lindos recuerdos, las alegrías, las sonrisas y las fuerzas. Esa vida necesariamente necesita de la otra, la densa, oscura, dolorosa y molesta. La que nunca termina, la que te enseña a golpes, te martiriza. En esos momentos es cuando más que nunca hay que recurrir a los recuerdos, para aprender de ellos, re verlos y plantearlos. Para saber que nunca hay que perder las esperanzas y que nada es el fín. Para seguir adelante, para aprender y estar seguro de sí mismo, de saber amar, de mejorar y dar lo mejor. El cliché de la vida.
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